El estudio, publicado en la revista Investigación para la Prevención del Cáncer (Cancer Prevention Research), indica que las BRCA1 o BRCA2 aumentan el riesgo de cáncer, que con frecuencia se desarrolla a temprana edad en las mujeres que tienen la mutación.
Los expertos destacaron que la prueba diseñada podría proveer una alternativa rápida y asequible, además de ayudar a las mujeres y a su médicos a tomar decisiones sobre formas para reducir el riesgo de cáncer.
El doctor Asher Salmon, especialista en cáncer de mama, explicó que “la herramienta actual para la detección de mutaciones es una secuenciación de los genes, que resulta cara, tarda mucho y a veces carece de información clara y decisiva para tomar decisiones clínicas”.
Agregó que “en muchos casos, la herramienta actual de secuenciación identifica una mutación, pero no sabemos si la mutación es neutral o nociva (…) Al exponer las células a radiación, nos dimos cuenta que las células se expanden de forma diferente en este tipo de mutaciones”.
Para el estudio los especialistas recogieron muestras de células de sangre de nueve mujeres sanas con el gen mutado BRCA1 y ocho con BRCA2, las cultivaron y las expusieron a radiación. Los resultados los compararon con 10 mujeres sanas sin los genes mutados.
“Nosotros dimos un número, que si era mayor a los valores determinados, quiere decir que hay más probabilidad de que el individuo sea portador de la mutación. Si la cifra es menor, las probabilidades de mutación también son bajas”, dijo Salmon.
La efectividad de la prueba en distintos grupos raciales y étnicos se evaluará en un gran estudio en Europa y América del Norte, apuntaron los investigadores.
El 10 por ciento de los cánceres son hereditarios, lo que significa que las mutaciones genéticas que predisponen al individuo a desarrollar algún tipo de cáncer pasa de padres a hijos. Los tipos cáncer hereditario de mamas y ovario son de los que más afectan.