La aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, VPH, una infección de transmisión sexual que puede causar cáncer cervical en las mujeres y cánceres relacionados al ano, pene y garganta en los hombres, no es una prioridad para los nicaragüenses.
Su alto costo y el pensar “que le dará a otro (el virus) y no a mi” propicia el incremento de los casos de cáncer genital y por ende las cifras de muertes, prevenibles en este caso, según estima el doctor Alejandro Pérez Fabbri, ginecólogo y obstetra de la Clínica Nutrymes y miembro del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia.
La Organización Panamericana de la Salud, OPS, ha buscado introducir la vacuna contra el virus en los programas de salud pública de los países de América Latina y el Caribe para evitar que los ciudadanos mueran por un mal prevenible.
Las vacunas contra el VPH en el ámbito privado cuestan desde 80 a 200 dólares por dosis, y han sido aprobadas para aplicarse a adolescentes y adultos, mujeres y hombres desde los diez a los 55 años de edad.
Sin embargo su alto costo y la falta de información del público en general han impedido su uso masivo en Nicaragua.
Actualmente se detectan 72,000 casos nuevos de VPH por año en Latinoamérica y fallecen 33,000 mujeres, según datos oficiales.
En Nicaragua, no hay información oficial al respecto. Pero de acuerdo con un estudio presentado por el Centro de Mujeres Ixchen, 1,221 mujeres salieron positivas con VPH entre 2010 y 2012, de un total de 80,000 casos que atendieron.
La investigación realizada en los últimos dos años, apunta que el 62% de las mujeres afectadas están en un rango de entre 20 y 39 años.
Tanto el estudio como el doctor Pérez Fabbri coinciden en que la población joven nicaragüense, hombres y mujeres en edad fértil, es la que está en un mayor riesgo por lo que la vacuna “debería ser puesta a todos los y las adolescentes y todas las personas que tienen vida sexual activa”, refiere el médico.
Gardasil y Cervarix
Las vacunas contra el VPH fueron aprobadas por la agencia estadounidense de control de Fármacos y Alimentos, FDA por sus siglas en inglés. En el país se venden en farmacias y clínicas privadas mediante la aprobación médicos especialistas, bajo el nombre de Cervarix o Gardasil.
Gardasil, fabricada por el laboratorio Merk Sharp &Dohme y destinada a personas entre las edades de 10 a 22 años, protege contra las cepas del VPH 6, 11, 16 y 18, de esta manera protege contra el condiloma acuminado o “cresta de gallo”y contra dos cepas cancerígenas frecuentes de cáncer.
Cervarix, por su parte, es elaborada por GlaxoSmithKline, protege contra los tipos de virus 16 y 18. “Previene el cáncer de cuello del útero, de garganta, de ano, de vulva, de vagina y de pene”, detalla el doctor.
La OMS después de varios estudios dictaminó que la “vacuna estándar de oro” para los países subdesarrollados era la Cervarix, explica el especialista.
“Esto debido a tres factores:Tiene una protección inmune más duradera (al menos10 años contra el VPH). Presenta mayor elevación de los anticuerpos que defienden a la persona contra el virus en todo su cuerpo. Tiene una inmunidad cruzada contra al menos tres cepas cancerígenas de VPH (la cepas 31,33 y 45) además de los más frecuentes (VPH 16 y 18)”, detalla.
Otra de las razones de viabilidad para su utilización en países en desarrollo es su costo, cada dosis de las tres que se requiere para estar protegido cuesta 80 dólares en el mercado nacional, aunque “si se hicieran esfuerzos masivos de vacunación esta vacuna podría bajar a 40 dólares si más individuos se vacunaran” afirma el experto.
Las vacunas se aplican vía intramuscular y se ponen tres dosis, una en el mes cero, otra el mes siguiente y la última a los 6 meses.
Llamado a prevenir
Pérez insiste en la importancia de la aplicación de la vacuna. “Si se la pone la vacuna no va a tener cáncer. Si no se vacuna, sigue el curso natural de la enfermedad –una vez que este infectada– en 18 meses lesión de bajo grado, en 36 meses lesión de alto grado y en 5 años, un cáncer invasor”, advierte.
En ese sentido “es importante, hacer conciencia en la población nicaragüense que es una enfermedad que mata a miles de hombres y mujeres al año. Mientras no se tomen en serio las advertencias van a aumentar enormemente la incidencia. Es un verdadero problema de salud pública y tiene una solución operativa específica y es importante que ONGs y Estado tomen cartas en el asunto”, puntualiza el experto.
En agosto de 2010, el Ministerio de Salud, Minsa, informó que gestionaba fondos externos para comprar la vacuna contra el virus descrito, con la intención de realizar una inmunización masiva en la población adolescente de bajos recursos. A la fecha, sin embargo, no se anuncian nuevos esfuerzos para la adquisición de la vacuna.
Fuente: Doctor Alejandro Pérez Fabbri, ginecólogo y obstetra de la Clínica Nutrymes y miembro del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. Cel.: 86261994. En Facebook: Médico en consulta.
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