Un grupo de científicos chilenos, dirigidos por Flavio Salazar, investigador de la U. de Chile y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), lleva años trabajando en el desarrollo de vacunas contra el cáncer, produciendo para ello células específicas que combaten la enfermedad.
Con estas células ya desarrollaron una vacuna contra el cáncer de próstata y otra para el cáncer de piel (melanoma). Ahora el equipo de expertos se ganó un proyecto Fondef de tres años y 450 millones de pesos para profundizar su trabajo y crear vacunas para otros cánceres, como el gástrico, el de colon, de vesícula biliar, riñón y mama. “Conseguiremos muestras de tumores de pacientes y los trabajaremos en el laboratorio. Cuando tengamos factores para cada uno, podremos diseñar vacunas”, explica Salazar.
Innovadora terapia
Después de más de 10 años de estudio, el grupo dirigido por Salazar logró crear una técnica de inmunoterapia llamada TAPCells, que consiste en la extracción de células sanguíneas específicas del paciente llamadas monocitos. Estas son tratadas en el laboratorio para que se conviertan en células dendríticas, una célula específica del sistema inmune y que es clave para producir una respuesta en contra del crecimiento anormal de células del cáncer.
Cuando se consigue la transformación, la terapia se inyecta al paciente para que el organismo destruya el tumor.
Para lograr estas vacunas, los investigadores recogen muestras de varios tumores frescos extraídos de pacientes afectados con la enfermedad y cultivan estás células en el laboratorio para que crezcan de la misma manera que lo harían al interior del organismo.
Luego, estas células son sometidas a estrés -en este caso expuestas a un shock calórico- para que secreten ciertas moléculas y proteínas específicas que son esenciales para la posterior fabricación de la vacuna, ya que con estos “factores” se alimenta a las células sanguíneas del propio paciente cuando están en el laboratorio.
En la tarea de la recolección de muestras trabajan con diferentes instituciones como la Clínica Las Condes, el Hospital del Salvador y el Hospital Clínico de la U. de Chile.
Con esta técnica precisamente crearon una vacuna para el tratamiento del cáncer de próstata y melanoma y que ahora ampliarán a otro tipo de tumores.
A la fecha, la vacuna del cáncer de próstata se ha usado en una treintena de pacientes que están en una etapa avanzada de la enfermedad, aumentando su sobrevida. En una segunda etapa, los investigadores realizarán un estudio fase dos con el doble de pacientes.
Los ensayos clínicos con la vacuna de melanoma ya se han realizado en 250 personas. Según Salazar, el 60% ha reaccionado positivamente desde un punto de vista inmunológico, generando una respuesta inmune contra los antígenos tumorales. En los casos más avanzados, se ha logrado aumentar la sobrevida a 35 meses, tres veces más que con otros tratamientos.
Estas terapias constituyen también no sólo un alivio médico, sino también, económico, ya que el costo de tratamientos desarrollados en Chile son siempre mucho más baratos que las terapias basadas en desarrollos internacionales, lo que sin duda, representa un mayor alivio para los pacientes y sus familias.