El consumo por años de las estatinas, el grupo de fármacos usados para disminuir el colesterol en sus distintas formas, puede duplicar el riesgo de padecer cáncer de mamas, de acuerdo a un estudio estadounidense.
La investigación, financiada por el Instituto Nacional contra el Cáncer de Estados Unidos, que analizó los casos de 3.000 mujeres, concluyó que quienes consumieron frecuentemente las estatinas por más de diez años están en serio peligro de contraer cáncer de mamas.
De acuerdo a los científicos, las mujeres de entre 55 y 64 años que ingirieron estatinas durante diez años o más tiempo tenían cerca del doble de riesgo de padecer de carcinoma ductal, que representa el 80% de los casos de cáncer de mamas.
“En este estudio de control contemporáneo basado en casos de la población, el consumo a largo plazo de estatinas fue asociado con riesgos crecientes a la salud”, indicaron los autores del informe.
Otros estudios habían indicado que esas drogas también pueden provocar diabetes, impotencia, cataratas, dolores musculares, problemas cerebrales, fatiga y disfunción hepática.
El informe, que fue publicado en la revista especializada Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, se dio a conocer días después de que el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica de Gran Bretaña (NICE) recomendó a los médicos recetar estatinas a los pacientes del país para reducir los altos niveles de colesterol.
Bajo los planes de NICE, cuatro de cada diez pacientes deberían tomar esa droga, incluso cuando muchos de ellos tienen bajos riesgos de sufrir ataques cardíacos o apoplejías.
NICE sostiene que las estatinas evitarían la muerte de al menos 12.000 personas al año en el Reino Unido.
Sin embargo, expertos del Colegio Real de Médicos de Cabecera y de la Asociación Médica británica lanzaron una campaña para desafiar esa indicativa oficial, tras los efectos colaterales hallados por el consumo de las estatinas.
Kailash Chand, vicepresidente de la Asociación Médica británica, afirmó que el estudio norteamericano “es muy preocupante para las mujeres”.
“NICE debería retirar su recomendación hasta que los efectos secundarios como el cáncer de mamas sean examinados en detalle”, consideró el especialista.
Chand, que sufrió “terribles” dolores musculares luego de haber sido recetado con estatinas, consideró que hay muchos efectos secundarios que deben ser estudiados “antes de que se prescriban masivamente esos medicamentos” a los pacientes.
Para la profesora Klim McPherson, experta en salud femenina de la Universidad de Oxford, las estatinas “dañan la salud de la gente”.
“Estas drogas pueden llevar a todo tipo de complicaciones, desde dolores musculares hasta problemas cardíacos”, subrayó.
En ese sentido, Clare Gerada, ex presidenta del Colegio Real de Médicos de Cabecera, indicó que el vínculo entre las estatinas y el cáncer de mamas “es muy preocupante”.
“Desconocemos el impacto de estas drogas en millones de personas que toman estatinas desde hace más de 40 años”, concluyó la experta.